La empresa de reconocimiento facial estadounidense Clearview AI asegura que en un año dispondrá de 100.000 millones de caras en su base de datos, el equivalente a unas 14 fotos por cada persona en el mundo. Lo ha hecho en una presentación para inversores de la compañía a la que ha tenido acceso el Washington Post, en ese documento Clearview sostiene que en un año "casi todo el mundo será identificable". La forma que tiene la compañía de obtener esas fotos puede atentar contra el derecho de privacidad de las personas y algunos países ya han denunciado a Clearview ante los tribunales.
Según cuenta el diario estadounidense, Clearview tuvo una reunión el pasado diciembre con potenciales inversores. En ella la compañía compartió una presentación de 55 páginas en la que cuenta sus planes de expansión y habla de los acuerdos que ya tiene cerrados con el Homeland Security Department, equiparable a nuestro ministerio de interior, el FBI y otros organismos estatales. También el ejército colabora con ellos. El New York Times reveló hace unos días que las Fuerzas Aéreas de EEUU concedieron a Clearview 49.847 dólares (unos 44.000 euros) para estudiar la creación de unas gafas de realidad aumentada que puedan escanear los rostros para ayudar a la seguridad en las bases.
Su próximo objetivo: obtener 100.000 millones de caras
La empresa afirma en la presentación que en dos años su ‘índice de rostros’ ha pasado de 3.000 millones de imágenes a más de 10.000 millones y que es capaz de recopilar unas 1.500 millones de imágenes al mes. Además pide a los inversores 50 millones de dólares (unos 44 millones de euros) para poder llegar a los 100.000 millones de fotos, crear nuevos productos, ampliar su equipo de ventas internacional y hacer ‘lobbing’ al gobierno para "desarrollar una regulación favorable" a sus intereses. Clearview tiene claro que gran parte de su negocio está en este tipo de instituciones gubernamentales. Según cuenta el Washington Post, en el último año la compañía ha contratado a antiguos funcionarios de alto rango de la policía y del gobierno para puestos ejecutivos y su consejo asesor.
Pero, según su presentación, ahora quiere ampliar su mercado y ofrecer sus servicios también a bancos, compañías de seguros, comercios minoristas o a las compañías de economía colaborativa para que puedan controlar a sus trabajadores. De hecho, en este documento ha utilizado el logo de empresas como Airbnb y Uber asegurando que ya han expresado interés en su tecnología. "Todo en el futuro, digitalmente y en la vida real, será accesible a través de tu cara", dice la presentación. Sin embargo, los portavoces de estas empresas han negado a diversos medios norteamericanos que tengan planes de trabajar con Clearview. Además de su software de reconocimiento facial, la empresa afirma estar desarrollando nuevos sistemas de vigilancia para detectar armas y drogas, un sistema que identifica a una persona según su forma de caminar, sistemas que determinan el paradero de una persona según el fondo de una foto o el reconocimiento de "huellas dactilares sin contacto" para obtener la identidad de una persona a distancia.
Un método muy polémico de conseguir las imágenes
Clearview ha levantado mucha polémica por obtener imágenes de internet sin el consentimiento de las personas o las plataformas online donde se alojan las fotos. Empresas como Facebook, Google, Twitter o YouTube han exigido a la empresa que deje de capturar fotos de sus webs y que borre las que ya tiene en su base de datos. Esta práctica es habitual en compañías de reconocimiento facial que incluso han desarrollado algoritmos que rastrean la web para capturar sus imágenes de rostros. Clearview, sin embargo, argumenta que su recogida de datos está protegida por la Primera Enmienda de la constitución estadounidense y asegura que el barrido de fotos de Internet les ha permitido crear una poderosa herramienta de lucha contra el crimen.
El fundador de Clearview, Hoan Ton-That, asegura en declaraciones al Washington Post que las fotos "se han recogido de manera legal" de "millones de sitios web diferentes" en la Internet pública. "Cada foto del conjunto de datos es una pista potencial que podría salvar una vida, hacer justicia a una víctima inocente, evitar una identificación errónea o exonerar a una persona inocente", afirma Ton-That. Clearview sin embargo está en plena batalla legal en California, Illinois, Nueva York, Vermont y Virginia. Grupos de defensa de la privacidad en Francia, Grecia, Italia o el Reino Unido alegan violaciones de las leyes de protección de datos. Y las autoridades suecas han multado a una agencia de policía local por utilizarlo el año pasado.
Los gobiernos de Australia y Francia han pasado a la acción ordenando a Clearview que borre los datos de sus ciudadanos por haberse enriquecido con el uso de esas fotos y hacerlo con un fin "ajeno a las expectativas razonables."
La comisaria de Información y Privacidad de Australia, Angelene Falk, aseguró el pasado noviembre que "el raspado indiscriminado de las imágenes faciales de las personas, de las que sólo una fracción estaría relacionada con investigaciones policiales, puede afectar negativamente a las libertades personales de todos los australianos que se perciben a sí mismos como vigilados". Clearview por ahora no tiene pensado hacer ningún cambio en su política de obtención de imágenes. Según Ton-That: "nuestros principios reflejan los usos actuales de nuestra tecnología. Si esos usos cambian, los principios se actualizarán, según sea necesario".
El reconocimiento facial está sin regular
El pasado mes de octubre de 2021, el Parlamento Europeo votó a favor de una resolución que prohíbe el uso de la tecnología de reconocimiento facial por parte de las fuerzas del orden en espacios públicos. Pero al otro lado del charco el reconocimiento facial todavía no está regulado.
Aunque algunos estados como California han puesto restricciones a tecnologías de reconocimiento facial como las de Clairview, no hay leyes federales que la regulen. Amazon, Google, IBM y Microsoft, han tomado la iniciativa de dejar de vender este tipo de tecnología o al menos limitarla hasta que haya una regulación en firme. Sin embargo Clearview presenta esta ausencia de competencia ante los potenciales inversores como una gran oportunidad de negocio.
La semana pasada un grupo de legisladores demócratas enviaron una serie de cartas a los departamentos de justicia, defensa e interior de los EE.UU. en las que les pedían que dejaran de trabajar con Clearview porque suponía “una grave amenaza para las libertades civiles y los derechos de privacidad de la población". "Junto con las capacidades de reconocimiento facial de la empresa, este cúmulo de información personal es capaz de desmantelar fundamentalmente la expectativa de los estadounidenses de poder moverse, reunirse o simplemente aparecer en público sin ser identificados", escribieron los legisladores. Los políticos firmantes de la carta alertan de que esta tecnología es particularmente perjudicial para las minorías raciales. “Los informes sugieren que se ha promovido el uso de la tecnología entre los profesionales de las fuerzas del orden y las revisiones del despliegue de la tecnología de reconocimiento facial muestran que es más probable que las entidades de las fuerzas del orden la utilicen en individuos de minorías raciales que en blancos”.
Amnistía Internacional lleva tiempo denunciando los peligros de esta tecnología en lugares como China, donde se están utilizando sus propios sistemas de reconocimiento facial para identificar y reprimir a miembros de la minoría musulmana uigur. Pero no son los únicos. Su uso en Rusia, Australia, India, Brasil o Argentina está ampliamente extendido. “El reconocimiento facial corre el riesgo de ser utilizado como arma por las fuerzas del orden contra las comunidades marginadas de todo el mundo” asegura Matt Mahmoudi, investigador de inteligencia artificial y derechos humanos en Amnistía Internacional. “Desde Nueva Delhi hasta Nueva York, esta tecnología invasiva vuelve nuestras identidades contra nosotros y socava los derechos humanos”.
Isabel Morillo El Confidencial Feb 2022